
Yo el amor conozco las arenas del desierto.
He llevado agua a los moribundos de sed,
He creado ríos entre las soledades
y he estrujado el corazón de las piedras
para salvar a los sedientos.
Yo el amor me he sentado
en los pozos del desprecio.
He dado amor a los que llevan sobre sí
un cántaro lleno de odio.
He ido a los funerales
para resucitar sueños e ilusiones.
He caminado más que todos los caminantes
que transitan esta tierra.
Yo el amor he ido por caminos estrechos
y llenos de espinas.
He descendido por senderos
llenos de fango
y con olor a muerte nauseabunda.
He pasado sendas pedregosas
y empinadas,
y he girado sobre abismos
con sombras de muerte.
Por doquiera que he pasado
he hallado hombres y mujeres llorando,
he visto corazones rotos,
he encontrado seres temblando de dolor y miedo.
He mirado sobre precipicios colgando
y a punto de caer a muchos
( en cada caso me he detenido)
He enjugado las lágrimas,
he vendado las heridas,
he abrazado y he puesto de mí mismo
para curar a los dolientes.
Me he sentado a escuchar a aquellos
que no tienen a nadie quien los escuche.
Yo el amor les he dado mis brazos
y mis hombros y mis manos
a los que ya no podían más
por los caminos difíciles.
He extendido mi cayado amoroso
para alcanzar a aquellos que peligraban
perderse entre los abismos.
Me he sentado con los despreciados del mundo
y por ello me han despreciado.
He vivido entre los pobres
y a los ricos les he abierto los ojos,
para me conozcan.
Yo el amor me visto de ternura,
pero no de debilidad;
soy suave pero no soy cobarde, ni débil.
Para los que no saben y con modestia lo digo:
Yo el amor, soy el héroe en cada hazaña humana.
Puedo morir y resucitar por los demás.
Puedo sufrir las burlas,
las amenazas,
los desprecios,
los esputos,
la cruz,
los clavos,
las espinas.
Yo el amor sobrevivo a todos los odios
y los derroto con mis armas de amor.
He vencido el miedo,
el terror
y a los terroristas, que siempre han huido de mí
por que no han querido conocerme.
Yo el amor levanto las banderas de la misericordia,
sobre las montañas y los valles del mundo.
La piedad, la bondad y la compasión son mis hijas,
Por ello puedo llorar con los lloran
y reír a carcajadas entre la gente alegre.
Por ello soy capaz de dar
todo lo que tengo
a quienes lo necesitan.
Por ello estoy del lado,
de aquellos que sufren
y son víctimas de la violencia.
Todo esto por que soy justo
y la justicia me rodea.
No piensen de mí que soy neutral.
Yo el amor soy así, y mucho más...
conózcame e imítame.