¿Ciencia ficción o realidad? ¿Una nueva leyenda urbana? ¿Universal en este caso? ¿Timo procedente de la inspiración? ¿Una verdad a medias, quizás?
El 'Club', no obstante, se ha convertido en un verdadero fenómeno. Lo suficientemente grande para que, al menos, le prestemos atención y sepamos de qué se está hablando: básicamente, de miedo.
Un gobierno mundial a la sombra
Los que demonizan Bilderberg con furia le acusan de sembrar constante miedo entre la población mundial para conseguir sus fines de un "gobierno global" y omnímodo. Sin embargo, estos fustigadores, encabezados por Daniel Estulin, apelan a ese mismo miedo para dibujar un "gobierno mundial a la sombra" que decide, sin marco legal que se le resista, nuestros destinos: desde las guerras al precio de las hipotecas.
Veamos. Primera aproximación: detrás de todas las instituciones internacionales, de todas las organizaciones supranacionales, de todos los Gobiernos, oculto a los medios de comunicación, un grupo de líderes políticos, financieros y empresarios gobierna el mundo.
Sociedad secreta
Es el Club Bilderberg, el verdadero y único "gobierno mundial" a la sombra: una especie de congreso mundial, que otros ven como sociedad secreta, que reúne a los líderes mundiales para discutir fuera de foco cuestiones candentes y llegar a un consenso más o menos global; es decir, que trascienda la soberanía nacional de cada uno de los países y que permita articular una suerte de política global común.
Una segunda definición, en cambio, adentra a Bilderberg en el código secreto y la leyenda, dando pie a que la ciencia ficción se recree en su entorno y a que teorías conspirativas crezcan entre sus reuniones anuales. En cierto modo, "un gobierno invisible, omnipotente, que tira de los hilos de la sombra, que controla al gobierno de los Estados Unidos, a la Unión Europea, a la OMS, a las Naciones Unidas, al Banco Mundial, al Fondo Monetario Internacional y a cualquier otra institución similar", según la definición de Daniel Estulin, al que siempre hay que colocar en una perspectiva distante. En cualquier caso, son los verdaderos "amos del mundo".
Dios en la Tierra
El interés por dominar el mundo no es algo nuevo en nuestra Historia. Gráficamente, Bilderberg actúa como "si fueran Dios en la Tierra", en una frase recurrente entre los investigadores de los presuntos misterios de club, conferencia o reunión, como quiera llamarse. En cierto modo, más que de controlar, en Bilderberg habita una cierta obsesión por regular el destino del mundo. Luego, cada uno podrá juzgar.
En Bilderberg, si se acude a su mínima estructura administrativa, no todo es oscuridad: pese a que algunos se tapen los ojos sobre todo lo que le rodea para hacer bullir su imaginación y sus teorías conspirativas, a partir, fundamentalmente, que funciona sin marco legal, sin estructura burocrática, sin ordenamiento democrático, sin representaciones paritarias ni nacionales ni ideológicas: un grupo de amigos que comen, charla y deciden.
Aguirre, Cebrián o Solbes
Es cierto que Bilderberg funciona según los códigos de la 'sociedades secretas' -detrás de la apariencia-, pero muchos menos de lo que parece. Tiene una oficina en Leiden, convoca a 130 personas -entre sus invitados se ha citado a Esperanza Aguirre, Pedro Solbes, Juan Luis Cebrián o la misma Reina Sofía-, hay 40 miembros permanentes, se reúne una vez al año en una capital mundial que sólo se da a conocer después de la cita por motivos de seguridad.
Eso sí: el contenido de sus reuniones son alto secreto y ninguno de sus asistentes admite haber participado en ninguna de ellas.
Y ese ocultismo es el origen de la gran especulación que rodea a Bilderberg. El único objetivo admitido es acercar Estados Unidos a Europa. Pero igual no es nada y Bilderberg ni existe, contaminado por la fantasía que siempre ha generado las teorías de la conspiración: nadie, absolutamente nadie, ha probado ni una sola de las 'maldades' que se les imputa. Ni tampoco que, efectivamente, se convoque. Otra cosa es que realmente determinados líderes mundiales y grandes fortunas, se reúnan y hablen.
La 'biografía' de Bilderberg, según los cientos de libros y artículos que ha generado, es más o menos la siguiente: club formado en 1954, financiado por un acaudalado emigrante polaco en los Estados Unidos, Josep Retinger, y convocado por el Príncipe Eduardo de Holanda.
La primera reunión tuvo lugar entre el 29 y el 31 de mayo de ese año en un hotel, el Bilderberg, de la ciudad holandesa de Oosterbeckl. Y, a lo largo de los años, han formado parte de ellas todos los presidentes de Estados Unidos, los líderes de la OTAN o de prácticamente todas las grandes potencias mundiales.
Miembros del club
Según enumera Estulin, por ejemplo, hoy forman parte de este selecto club Henry Kissinger, George W. Bush, Tony Blair, Lionel Jospin, Romano Prodi, José Durao Barroso, Alan Gresspan, Donald Rumsfeld, Hilary Clinton, John Kerry, Bill Gates, George Soros, David Rockefeller o Rupert Murdoch, entre otros muchos miembros de la élite política y económica mundial.
Entre los españoles, cita a Javier Solana, Joaquín Almunia o Rodrigo Rato, quienes han sido invitados alguna vez en calidad de "invitados selectos" y sólo algunos de los que nombran las listas que se repiten en libros y, por supuesto, en la red.
La insistencia en un Club Bilderberg que muchos ven como un fantasma a falta de la prueba, dan testimonio numerosos autores. El primero, por supuesto, Daniel Estulin, cautivado por una visión conspiroparanoíca de Bilderberg al que ataca como un anatema, como si fuera el causante de todos los males de la humanidad.
Lo ha escrito en La verdadera historia del Club Bilderberg (Ediciones del Bronce), La historia del Club Bilderberg (Planeta) y, ahora, vuelve a la carga con El poder en la sombra (Ediciones del Bronce).
Pero hay otros traducidos al español: Joel Levy (Todo lo que te han contado es falso, Martínez Roca), Jim Marrs (Las sociedades secretas: el poder en la sombra, Ediciones del Bronce) y Jon Ronson (Extremistas: mis aventuras con los radicales, Ediciones del Bronce), con algunas afirmaciones propias de la ciencia ficción e hilarantes, entre autores que, más escépticos unos que otro, insisten en esta moderna sociedad que controla el mundo a su antojo.
Versiones españolas del asunto son las de José Lesta y Miguel Pedrero (Claves ocultas del poder mundial, Edaf), además de José Ramón Valentines (La trama Bilderberg, Maikailili) y Cristina Martín (Club Bilderberg: los amos del mundo, ArcoPress).
El ojo que todo lo ve
Al menos, habría que detenerse singularmente en Estulin, porque de un modo y otro, exagerado o no, conspiración más o menos, ha sido quien ha puesto a Bilderberg en el escaparate y echado a correr casi todas las teorías malignas que recaen sobre la reunión.
"Bilderberg, el ojo que todo lo ve –explica Estulin–, el Gobierno Mundial a la sombra, decide en una reunión anual completamente secreta cómo deben llevarse a cabo sus diabólicos proyectos. Cuando se celebran estas reuniones, inevitablemente les siguen la guerra, el hambre, la pobreza, el derrocamiento de los Gobiernos y abruptos y sorprendentes cambios políticos, sociales y monetarios".
Y da nombres: desde las guerras de las Malvinas al asesinato de Aldo Moro, la caída de Nixon... todos los grandes acontecimientos mundiales o sin ir más lejos hasta la autoría de la Constitución Europea.
Otros mucho lo intentaron, pero, según el autor, "lo que nunca se había visto, era un ataque como éste a los derechos de las personas y la democracia". Por eso lo califica como "la peor maldad a la que se haya enfrentado nunca la Humanidad", porque, entre otras cosas, no duda en "usar los nuevos y amplios poderes de coacción y terror para acabar con la resistencia y gobernar aquella parte del mundo que se resiste a sus intenciones".
El Gobierno Mundial Único
Dicho de otro modo, el Club Bilderberg es el responsable, según cita el periodista tras 30 años investigando sobre las reuniones secretas del Club, "del terrorismo promovido por los Gobiernos, del actual control de la población a través de la manipulación y el miedo y, lo más espantoso de todo, de los proyectos futuros del Nuevo Orden Mundial". Definición le lleva a concluir que estamos ante "una dictadura global" o, si se prefiere la expresión, "el Gobierno Mundial Único".
Y es que, entre las actividades del Club, está, como describe Estulin, el quitar y poner presidentes en todos los grandes países. Y cita, por ejemplo, a Francois Miterrand, Bill Clinton, o el propio Blair, quienes alcanzaron el poder justo después de ser invitados a sumarse al Club. En fin, el tiempo le dará o no la razón. Pero, al menos, ahora su tesis, aparte de estar sin probar, parece descabellada y fuera de tino.
Hasta aquí. Luego están otras lecturas que alrededor de Bilderberg enlaza con teorías que, de unos años a esta parte, se asocia desde a la élite económica y social: la idiotización paulatina de la sociedad para transformarnos en peleles, lo que incluiría la depauperación, por ejemplo, de la enseñanza.
Dictadura capitalista
Por lo que toca a Bilderberg, se ha dicho que a final de todo lo que hay es un movimiento "hacia la Esclavitud Total" de la población, volviéndola "obediente y sumisa", haciendo que se sienta "buena y responsable" para hacer todo aquello que Bilderberg dispone.
De hecho, Estulin o Levy citan, por ejemplo, la campaña antitabaco que se vive en todo el mundo como un "experimento más sobre la sumisión de la población". Afirma también, por otra parte, que la destrucción paulatina del sistema educativo y la propagación de una 'televisión basura' responde a una maniobra mundial para que los ciudadanos tengan cada vez menos inteligencia y menos capacidad de rebeldía. "Está demostrado –insiste Estulin– en que han conseguido bajar el coeficiente intelectual de la población".
Más carnaza: lo que el Club quiere y consigue es manejar a su libre albedrío a los ciudadanos sometiéndoles a un "estado continuo de ansiedad interior", una idea que repite Cristina Martín, una periodista española que persigue a Bilderberg desde hace años y mantiene (y a veces supera) la teoría conspirativa.
La idea de base es algo así: "La técnica del Club Bilderberg, repetidamente utilizada, consiste en someter a la población y llevar a la sociedad a una fuerte situación de inseguridad, angustia y terror, de manera que la gente llegue a sentirse tan desbordada que pida a gritos una solución, la que sea". Es decir, se basa en "el miedo a la gente a la libertad".
Entre los objetivos de Bilderberg, Estulin cita, primero, el de establecer "un solo gobierno planetario con un único mercado globalizado, con un sólo ejército y una única moneda regulada por un Banco Mundial" y, entre un amplio corolario, añade el de exterminar a los más pobres o formar "un Estado de Bienestar socialista donde se recompensará a los esclavos obedientes y se exterminará a los inconformistas". Es decir, una dictadura capitalista global.
Y es que a Bilderberg se le imputa: desde la expansión del sida a las graves crisis financieras mindiales, el mal del vértigo y la crisis de ansiedad contemporánea. Los inconformistas, aunque Estulin no esté de acuerdo, no nos conformamos con el discurso paranoico de Estulin. Es probalbel que Bilderberg exista realmente, pero, de ahí a jugar a ser el 'diablo' va mucho. Al menos, que se entretengan como dioses.
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