martes, 28 de septiembre de 2010

Quien Falla en Planear Planea Para Fallar

Por J Omar Tejeiro R.

Así aconteció que en el día de la batalla no se halló espada ni lanza en mano de ninguno del pueblo que estaba con Saúl y con Jonatán,  excepto Saúl y Jonatán su hijo,  que las tenían. 1Sa 13:22  

La improvisación es lo opuesto a la planeación y es la reacción obligada a los malos resultados en las tareas asignadas. Es como abrir un hueco para tapar otro o como reemplazar a un empleado enfermo por un moribundo. No es que la improvisación sea en si mala o inútil, lo que sucede es que no podemos vivir diez, veinte o cincuenta años, improvisando porque de seguro morderemos el polvo de la derrota.
Dios no dejó nada al azar, no improvisó nada en relación a su obra, planeó desde la eternidad y como el Arquitecto perfecto, colocó cada cosa en su lugar. El planeó el éxito mientras nosotros improvisamos el fracaso. Muchos consideran la planeación como un asunto carente de espiritualidad y una falta de dependencia de Dios, pero están equivocados. Dios es un Dios de orden. 1ª de Corintios 14:40; Éxodo 39:37

Planear es trazar un objetivo claro, para alcanzar aquello que deseamos. Es fijar una meta o destino. Improvisar es edificar algo temporalmente de corta duración, construir soluciones no definitivas y que resuelven casos de emergencia. La improvisación puede ser útil para dar soluciones inmediatas a un problema o para enfrentar una situación inesperada, pero no sirve para la organización porque es incompatible y opuesta a la planeación. 

La planeación es necesaria en la vida de todo ser humano, en la familia, en las empresas u organizaciones de toda índole. Es benéfica porque forma parte de la organización del individuo, es preventiva porque contiene la visión que dirige a la persona. Es selectiva porque sabe elegir lo mejor de sus herramientas humanas y físicas para construir el edificio o la casa o el sueño que se desea. Es espiritual porque habla el lenguaje de la fe, pues tiene certeza de las cosas que espera y convicción de lo que no ve. Se dice que en el día de la batalla solo Saúl y Jonatán tenían espadas en sus manos, pero el ejército de Israel estaba desarmado, como líder Saúl no educó a su pueblo ni lo preparó militarmente, esa era la razón de aquella situación vergonzosa. 

Planear también es educar, instruir, entrenar y formar a otros que tengan la habilidad de conducir al pueblo a la victoria. El aprendizaje no le gusta a muchos cuando se carece de humildad pero el discipulado tiene este ingrediente, aprender de Cristo que es manso y humilde, Mateo 11:29. Las personas que no planean a menudo son autónomas, independientes y arrogantes, porque piensan que nadie sabe, ni puede, ni hace todo lo que ellos hacen. No pueden confiar en otros, no tienen paciencia para enseñar e instruir a otros, no saben oír las opiniones de otros y no admiten fallas mínimas a nadie porque son perfeccionistas consuetudinarios, esa es la razón por la cual los que desean trabajar con ellos los abandonan porque los hacen sentir inferiores e inútiles. Finalmente terminarán solos luchando contra sí mismos. Definitivamente quien falla en planear, planea para fallar.

La Vida del Cristiano

La vida del cristiano ante todo, tiene que ver con lo espiritual, porque como hijo de Dios, es nacido del Espíritu, lo cual lo convierte en ...