Por J Omar Tejeiro R.
Yo Amo a Los que me Aman y me hallan los que temprano me buscan. Prov 8:17
Los niños dudan muchas veces del amor de sus padres y entre cónyuges, después de varios años juntos, a menudo se preguntan si aun se aman y es que sentirnos amados nos produce bienestar y felicidad, nos hace más seguros y fuertes. Asi nos hizo Dios, seres sensibles al amor, capaces de amar y ser amados. Nos hizo llenos de emociones y sensaciones para la expresión del misterio del amor.
Salomón escribió en el Cantar de Los Cantares: El amor es inquebrantable como la muerte; la pasión, inflexible como el sepulcro. ¡El fuego ardiente del amor es una llama divina! El agua de todos los mares no podría apagar el amor; tampoco los ríos podrían extinguirlo. Si alguien ofreciera todas sus riquezas a cambio del amor, burlas tan solo recibiría. Cantares 8:6-7. El amor posee fuerza espiritual pues todo lo puede, todo lo sufre, todo lo soporta. Contiene dentro de si una fe viva y real que ayuda al ser humano a tener esperanzas y a creer ante todo. El amor tiene bondad, misericordia, altruismo, capacidad de sacrificio, servicio, voluntariedad y respeto. El amor carece de arrogancia, de orgullo y jactancia porque contiene humildad y sencillez. 1ª de Corintios 13.
Dios fundamentó su reino y sus leyes en el amor, el mandamiento más grande es: amarás a Dios sobre todas las cosas y el segundo es, amarás a tu prójimo como a ti mismo. Marcos 12:29-31 Es por eso que somos felices cuando amamos a Dios y amamos a los demás. Amar a Dios es una decisión de cada individuo, es un asunto personal porque Dios no nos obliga a amarlo. En realidad que Dios no necesita de nuestro amor, aunque se deleita en ser amado por nosotros. Somos nosotros que necesitamos ser perfeccionados en amor, porque si lo amamos nos sentiremos felices. Seremos mejores y parecidos a nuestro Padre Celestial, porque Dios es amor.
Habrán dias en que nos sentiremos vacíos, solos y tristes y le aseguro que es su alma la que siente esa necesidad de amar a Dios, de amarlo más, de adorarlo, de tener momentos de soledad e intimidad con el Amado de su alma. Su alma se muere si no oye la voz del Amado porque ella vive del amor y de las caricias misericordiosas de Dios. Es la esposa enamorada que dice: Por las noches busqué en mi lecho al que ama mi alma; lo busqué, y no lo hallé Me levantaré ahora, y rodearé por la ciudad; por las calles y por las plazas buscaré al que ama mi alma: Lo busqué, y no lo hallé. Me hallaron los guardas que rondan la ciudad, y les dije: ¿Habéis visto al que ama mi alma? Pasando de ellos un poco, hallé luego al que ama mi alma; trabé de él, y no lo dejé… Cantares 3:2-4
¿ Cuánto tiempo hace que no sientes ni escuchas la voz de Dios? ¿ cuando fue la ultima vez que tuvo una cita con su amado en el huerto de la oracion, mientras todos dormían? ¿Cuánto tiempo llevas que no adoras de todo corazón a tu Creador? Recuerda estas palabras: Yo Amo a Los que me Aman y me hallan los que temprano me buscan.
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