Estados Unidos bajo el Islam

La muerte de Noor Faleh Almaleki tras ser atropellada por su propio padre extiende los ‘asesinatos por honor’ a la primera democracia; más de 1.600 personas, fichadas “cada día” por el FBI para ser vigiladas por “terrorismo”.

Estados Unidos bajo el islam

Cuando, en la madrugada del lunes pasado, NUEVO DIGITAL cerraba la información sobre el atropello de Noor Faleh Almaleki por su propio padre iraquí tras considerarla “demasiado occidentalizada” para sus islámicos orígenes (ND), la joven de 20 años se encontraba agonizando desde hacía varios días en un hospital. Horas después, los que se cerraban para siempre eran los milagrosos ojos de la preciosa chica que se creyó a salvo en un país democrático. Sin embargo, su propio padre prefirió defender la tradición cultural y religiosa de su Irak natal pasando por encima de la corruptora democracia y de su corrompida hija las 2,7 toneladas de su todoterreno Jeep Cherokee, a las que hay que sumar el resto de la carga, incluyendo los evidentes más de 100 kilos del bien alimentado padre justiciero, en apariencia bien cebado de impoluta comida 'halal'.

Faleh Hassan Alamaleki, de 48 años, no era precisamente un recién llegado a los Estados Unidos. Se había refugiado en el país en 1995 huyendo de las guerras, la represión y los conflictos del Irak donde nació. Pero nunca llegó a compartir los valores morales y cívicos de la sociedad que le acogió y, desde luego, jamás aceptó que su hija creciera como 'uno de ellos', o, mucho peor aun, como 'una de ellas'. Según lo que ha declarado a la policía, el devoto inmigrante consideraba que su hija se había vuelto "demasiado occidentalizada" y había abandonado los valores "tradicionales" de Irak. Así que decidió hacer lo único que podía hacer, en su modesta opinión.

Fiscal: "Fue un asesinato por honor"

El 20 de octubre, Faleh Hassan Almaleki lanzó su Jeep Cherokee contra su hija Noor y contra la madre de su novio en un aparcamiento de Phoenix, Arizona, donde vivía la familia. Con su hija reventada agonizando ya en un hospital y la otra mujer con heridas no menos graves, de las que aún está sobreviviendo al cierre de esta información, el padre 'halal' cogió un vuelo a México para, después, trasbordar a otro hacia el Reino Unido, donde debía terminar su escapada, presumiblemente en la tierra 'amiga' de Londonistán y sus suburbios islámicos hasta la isla de Skye. Pero en Londres, las autoridades aeroportuarias le devolvieron a Estados Unidos en un vuelo a Atlanta. Cuando el avión aterrizaba en la ciudad de Georgia ya le estaba esperando agentes del FBI que le llevaron de vuelta a casa, a Phoenix, donde apareció ante el tribunal con aspecto tranquilo y seguro (vídeo).

Ante el juez, y según ha relatado la fiscal que asistió a la vistilla, el atropello de Noor fue "un acto intencionado" del padre. Faleh Hassan justificó la acción justiciera en que "su hija había llevado la vergüenza a él y a su familia". No existe en Estados Unidos la calificación legal de "asesinato por honor", pero esa es la denominación que ha ofrecido la fiscal para que la opinión pública se entienda mientras medita los cargos que presentará contra el padre, sobre el que el tribunal impuso una fianza de 5 millones de dólares.

FBI: 1.600 fichados cada día por terrorismo

El asesinato por el "honor" islámico de Noor se produce en medio de una ya casi desbocada preocupación en las autoridades estadounidenses por la otra cara de la moneda de la presencia cada vez más numerosa de musulmanes en Estados Unidos. Seis operaciones antiterroristas se han culminado tan sólo en los últimos cinco meses, la última de ellas finalizada con un imán abatido a tiros por el FBI después de que el líder de la mezquita sacara su arma para disparar primero cuando se dio cuenta de que iba a ser detenido. Todos los implicados en las operaciones antiterroristas han sido, o bien musulmanes nacidos ya en Estados Unidos en familias inmigrantes musulmanas, o bien estadounidenses de generaciones conversos al islam... y al terrorismo contra su propio país, como en el caso del imán armado que -'ora et labora'- rezaba y trabajaba para crear un estado islámico dentro de los Estados Unidos, por las buenas o por las malas, como ha sido finalmente el caso.

Lejos de los discursos apaciguadores llenos de bellas palabras de Obama, las fuezas de seguridad bajo su servicio se han abandonado ya a una gravísima preocupación que ya puede ser cuantificada en números. Nada menos que una media de 1.600 personas han sido añadidas cada día por el FBI a su lista de individuos a mantener bajo vigilancia entre marzo de 2008 y marzo de 2009, con Obama ya en el poder. Según datos de la inteligencia federal en información facilitada a una comisión del Senado, todas estas personas caen cada día bajo la "sospecha razonable" de que se encuentran relacionadas con terrorismo, presumiblemente islámico, en la práctica, el único considerado como 'activo'.

Vigilancia antiterrorista: 400.000 individuos y un millón de entradas

En estos momentos, la lista de vigilancia contendría más de 400.000 nombres únicos y más de un millón de entradas -alias diversos para un solo individuo. Sin embargo, menos del 5 por ciento de estas personas son ciudadanos estadounidenses o residentes legales permanentes, según los datos ofrecidos a los senadores por el FBI. Es decir, más del 95 por ciento de los vigilados de forma permanente por la inteligencia antiterrorista son extranjeros, legales o ilegales.

En medio de constantes roces que incluyen abiertos desafíos a la sociedad estadounidense general que juegan con el miedo a los atentados -como en el caso de los "imanes voladores"-, el 'asesinato por honor' de la joven Noor por parte de su padre añade a las preocupaciones y amenazas terroristas la constatación de que el horror de la 'honra islámica' ya se encuentra enraizada en el país, mientras las autoridades de seguridad estadounidenses -como sus colegas en Europa- creen que casos como este no son más que la punta pública de un iceberg secreto bajo el que se esconden prácticas similares ocultas por la 'omertá' del silencio dentro de las opacas y herméticas comunidades musulmanas.

Fuente: Nuevo Digital.