Abre mis ojos,
Señor, de tal manera,
que pueda contemplarte
en gloria,
y en tu agonía postrera.
Cuando en el Gólgota
y sobre la cruz sangrante
Dabas tu vida,
la que no quisiera
el mundo que gime
y vanamente espera,
la redención que tarda
y tus hijos no le llevan.
Abre mis ojos,
también sufro de ceguera.
martes, 13 de octubre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
La Vida del Cristiano
La vida del cristiano ante todo, tiene que ver con lo espiritual, porque como hijo de Dios, es nacido del Espíritu, lo cual lo convierte en ...
-
Quiero tomar prestada estas palabras con que titulo este tópico. Las escuché hace varios años atrás, al pastor Luís M. Ortiz, quien ...
-
Les dije: ¿habéis visto al que ama mi alma? Apenas hube pasado de ellos un poco, hallé luego al que ama mi alma; lo así y no lo dejé. Cantar...
-
J Omar Tejeiro R. Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia; y caímos todos nosotro...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Escriba aquí sus comentarios, serán borrados las opiniones que usen un lenguaje inapropiado y vulgar.