martes, 13 de octubre de 2009

Amor Diferente

Yo quise amar, a Jesús, muy diferente:
sin cruz, sin corona de espinas;
sin clavos, sin vinagre, sin heridas.
Sin renunciar a nada, ni a la gente.

Su poder pretendí que en mí fluyera,
y su gloria, necio, quise poseerla.
La metrópolis busqué, pero a la selva
me envió Jesús a que aprendiera.

Fueron años de cielo gris y pan obscuro
y las primicias de mi amor sacrifiqué.
Comprendí que para Dios, lo más puro

Un alto precio tiene, de sangre y deber.
Entendí que edificar con altos muros,
consiste en llorar, gemir y obedecer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Escriba aquí sus comentarios, serán borrados las opiniones que usen un lenguaje inapropiado y vulgar.

La Vida del Cristiano

La vida del cristiano ante todo, tiene que ver con lo espiritual, porque como hijo de Dios, es nacido del Espíritu, lo cual lo convierte en ...