Construye confianza en tu camino
como el arado que perfora el suelo,
para esperar la bendición del cielo
preparando en cada surco, su destino.
De tí depende, que escapes a lo inútil,
y nada más abrojo, produzcas en tu vida.
Tú serás así, feliz alma rendida
y divino fruto, darás al reino, útil.
No defraudes a Dios, ni al que confía,
en tu verdad, en tu amor y en lo que eres;
Sé paciente, lucha y brega con porfía;
Corona de oro, tiene Dios para los fieles.
Bondad hermosa, en el pan de cada día,
y en la esperanza, del Señor, que viene.
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